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La despedida de Rigoberto Urán quedará como la última imagen de Jesús David Peña vistiendo los colores y el material del Team Jayco Alula. Fue uno de los invitados especiales al evento multitudinario que reunió a ciclistas de todos los estatus y exaltó la figura del joven cundinamarqués, integrante del pelotón de nuevas generaciones, que después de tres años no seguirá siendo parte de la estructura australiana. Un duro choque para el joven escalador que ahora mismo se encuentra sin equipo, sin rumbo y sin una solución a la vista.
“Llevo varios meses de mucha presión, estrés y mucha pensadera, mucha angustia. Ahora estoy contemplando volver a Colombia que no es que sea tan malo, el problema es que también aquí muchos equipos tienen la plantilla cerrada y es difícil conseguir un cupo. Igual hay que seguir intentando, aquí también hay buenas carreras, buenos equipos que hacen carreras afuera. Se puede esperar un añito, coger otra vez impulso”, le dice Jesús David a ADN Cycling,
Fue notificado de la decisión en agosto. Los planes cambiaron por completo y ya no hubo margen de maniobra para retomar el camino en otro equipo del Viejo Continente. Es la crónica de un despedido con varios contextos: un primer año de aprendizaje avanzado, una segunda temporada con momentos de brillo y un tercer año que debía ser el de la consolidación, pero en el que las lesiones le jugaron una mala pasada.
“El balance general de esos tres años es bastante complejo. Hay un poco de todo. Siento que el primer año fue un poco de choque…. aparte de llegar a un ciclismo de otro nivel y a un equipo de esa categoría, donde toca disputar o trabajar para un líder y ganar carreras, todo es muy diferente. No entendía mucho ese aspecto. Ese cambio en mi vida me dio mucho crecimiento integral como persona y como deportista”, resume Jesús, que sintió el rigor de un primer año convulso con un aviso muy serio por parte de la dirección.
“Desde el primer año me quisieron sacar, quisieron terminar el contrato, pero también era difícil para ellos terminarlo… pero bueno, a fin de cuentas el director me dijo tiempo después que él había entendido que había sido un gran paso para mí viajar a Europa a empezar una nueva vida solo, y decidió darme la oportunidad para el segundo año”, cuenta el cundinamarqués que entró al equipo australiano en la era post Esteban Chaves con el objetivo de empezar un proceso y seguir la huella de su coterráneo en la alta competencia. Se ganó ese derecho respaldado en rendimientos individuales de calidad como sus dos títulos en la Vuelta de la Juventud (2019 – 2021) y el Top-10 en el Giro de Italia Sub-23 de 2019, donde fue una pieza vital para la consagración de Camilo Ardila.
La segunda parte de la temporada pasada fue su carta de presentación para renovar un año más. Su victoria en Eslovenia y el podio en el Tour de Austria le abrieron la puerta. Sin embargo, no tuvo la regularidad esperada. “Queremos que nos demuestres que es lo que puedes hacer”, le dijeron sus directores. UAE, Vuelta a Cataluña y Tour de Romadía el menú para preparar su primera gran Vuelta. “El objetivo era la Vuelta a España, pero desde Cataluña tuve un golpe muy fuerte en la rodilla donde ya había tenido problemas en años anteriores y me tocó bajarme de la bici una semana, empecé terapias, ya estaba pasando pero en Romandía volvió a dolerme”, cuenta el escalador que no pudo recuperarse del todo y estuvo tres meses sin actividad regular. “Me perdí las mejores carreras por estar lesionado”.
“El equipo al ver que no tenía otra vez ese nivel y ese rendimiento, decidió dejarme afuera de la Vuelta y ahí ya fuera del equipo como tal. Creo que me faltó un poco más de suerte para ser más regular durante la temporada”, afirmó Jesús, representado en Europa por Giusppe Acquadro, que al ver la situación no volvió a hacerse presente. “Me pareció muy mal de parte de mi manager. No buscó desde antes. Hubo equipos que me dijeron que si hubiera preguntado antes les hubiera interesado, pero no fue el caso. Me hizo lo mismo a mí, le hizo lo mismo a Camargo y a varios más. Ya no me contestaba ni llamadas ni mensajes, se intentaba limpiar las manos diciendo que estaba hablando, pero después me enteraba y en verdad no estaba hablando con los equipos”, contó.
“Estoy remando por mi cuenta, pero está muy complejo todo, ya todos han cerrado nómina. Ha sido muy complejo buscar equipo por falta de resultados, los equipos pierden interés y ya viendo que el manager no me contesta las llamadas y no me responde, traté de hacerlo por mi cuenta con amigos y conocidos, pero todos me dijeron que era demasiado tarde. Todo está bastante nublado. Me gustaría seguir en Europa pero a estas alturas de la temporada es muy complicado”, relata el joven de 24 años, inmerso en una situación inédita de su vida deportiva.
Colombia es la salvación. El tiempo no es su mejor aliado, pero hay esperanza. Camargo, Contreras, Caicedo, Ardila, Jonathan Restrepo y Sergio Henao son ejemplos recientes. “Siento que tengo muchísimo motor y me lo han dicho algunos entrenadores. Eso me motiva a seguir luchando. Lo que me falta es tener constancia”.