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Febrero de 2024. Tunja. Parado a un costado de la vía, en medio de la muchedumbre, Juan Guillermo Martínez observaba como el sueño del Word Tour pasaba frente a sus ojos. Rigo, Nairo, Egan, Carapaz y otras estrellas del primer mundo se desafiaban por el duro repecho que hacía la diferencia en el circuito de la tercera etapa del Tour Colombia. Ritmo alto, frenesí y ovaciones por montones. Juan Guillermo se dejaba llevar por esa marea de emociones y soñaba despierto con el uniforme y la bicicleta Scott del Q36.5, equipo italiano que lo fichó a finales de 2022, una vez concluyó su etapa junior como subcampeón de la Vuelta del Porvenir.
Se marchó en silencio, como muchos talentos del país que parten como nómadas sin mucho eco y luego dan un campanazo. En su momento, Iván Ramiro Sosa y Einer Rubio. Recientemente Martín Herreño y Edward Santiago Cruz. “Aún no me lo creo, pero sé que me lo merezco. He hecho las cosas muy bien y sé lo que he tenido que hacer para lograr estar en uno de los mejores equipos del mundo”, afirma ‘Grillo’ en diálogo con ADN Cycling.
Su incredulidad no es un efecto provocado por la casualidad. Es producto del sueño que se realiza y que venía buscando a fuerza de actuaciones brillantes en el competido calendario dilentante italiano. Suya fue la Clásica Bassano del Grappa, también el título de montaña del Giro de Valle D’Aosta con un relevante Top-10 (6) general.
“Los resultados de la temporada llamaron la atención de distintos equipos. Tenía varias propuestas pero finalmente elegimos al DSM (Team PicNic Postnl). Hablaron conmigo antes del Tour de L’Avenir y me pidieron una respuesta inmediata. Lo primero que me dijeron es que querían aprender un poco más del ciclismo latino, y más aun de Colombia que ha tenido muchos referentes en los últimos años. Quieren abrir nuevas puertas y no solo quedarse con los ciclistas europeos”, cuenta el boyacense que se erige como el primer colombiano del equipo neerlandés en esta nueva era. Es el talento que 14 años después reabrió la baraja en esa parte del mundo evocando al antioqueño Mauricio Ardila, de paso destacado por el extinto Rabobank.
“Me ha costado mucho sacrificio llegar hasta acá. Desde que llegué a Europa me di cuenta que teníamos que trabajar muy duro para estar en este lugar. Siempre observamos todos los detalles y estuve dispuesto a hacer lo que fuera posible para lograr este sueño. Tuve momentos difíciles, pero gracias a Dios, a mi familia y a las buenas personas que me rodean pudimos superarlos y salir adelante”, dice Juan, que para obtener una casilla en el mejor ciclismo del mundo tuvo que sortear distintas etapas, entre ellas una cirugía coronaria en febrero de 2023.
“Me hicieron una ampliación en una de las arterias. Ha sido el momento más difícil de mi vida, pero gracias a Dios y a mi familia pude salir adelante”. La confesión refleja su carácter, porque pese a estar tres meses en reposo, sin tocar la bici y con la incertidumbre de cómo reaccionaría su cuerpo, cumplió las órdenes de los especialistas para retomar la actividad en el momento indicado. “Solo tenía dos opciones: parar (un posible retiro) o seguir. Y seguí para conseguir mi sueño de competir en el mejor ciclismo del mundo”, relata con un poco de nostalgia, consciente del delicado momento que vivió con apenas 19 años.
Sin embargo, el destino lo condujo por la senda esperada. Concluyó la temporada con la salud plena, rodando en algunas competencias y con el deseo de ser una ficha importante para el Q36.5 en 2024. “En diciembre de 2023 salí con la mentalidad de buscar una mejor calidad de vida y competir a otro nivel”. Lo logró. Lideró a los italianos en los retos más importantes, estuvo en la cumbre con los mejores prospectos ciclísticos del calendario y su nombre se hizo costumbre. Fue convocado por el seleccionador nacional Carlos Mario Jaramillo al Tour de L’Avenir, coincidiendo en el equipo con Diego Pescador, la perla que ya tenía todo acordado con Movistar.
La Next Gen colombiana se abre paso. Juan Guillermo es un escalador puro formado bajo la batuta de Erney Casallas. “Competí poco en mi país, pero lo logrado fue importante”. Sus resultados en Colombia avalaron su proyección en el Viejo Continente. “El amor que me gané en Europa es muy diferente al que me gané en mi país”, afirma el talentoso corredor firmado por tres temporadas en la escuadra neerlandesa.
“Me falta mejorar muchos detalles, soy consciente de eso, pero uno ve como este equipo ha evolucionado en los últimos dos años y eso me ilusiona. Tienen un proceso más tranquilo, saben llevar un proceso más duradero con los ciclistas jóvenes para hacerlos mejorar”, remarca el boyacense. Talentos de enorme calidad como Oscar Onley, Max Poole y Frank Van de Broeck confirman su análisis.
“La gracia es poder trabajar duro. Mi meta es ganarme un lugar en la Vuelta a España para saber cuál puede ser mi futuro dentro del equipo en los grandes retos. Quiero que sea la Vuelta mi debut en las grandes y no antes, quiero llevar bien mi proceso y mi aprendizaje”, relata con emoción el escalador que se suma a la renovación progresiva de nuestro país entre los mejores equipos del mundo.
La despedida de Rigo y el último aliento de Nairo en Movistar, enmarcan una semblanza nostálgica de aquella generación deslumbrante que en la última década escribió las páginas más brillantes de nuestra historia. Egan, Dani Martínez, Higuita, Einer, Gaviria, Molano, Santi Buitrago y Tejada llevan la batuta por experiencia. Pescador y el ‘Grillito’ Martínez representan a esa camada que quiere empezar una nueva era.