Los nuevos monarcas del Tour de Francia: Colnago

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Tan joven como Eslovenia es el nuevo campeón del Tour de Francia, Tadej Pogacar. En 1991 después de una dura, corta e intensa batalla, la nación del nuevo monarca de la ‘Grand Bouclé’ se liberó de la antigua Yugoslavia para ser, por fin, un pueblo autónomo e independiente. Siete años más tarde, cuando el conflicto continuaba cicatrizando sus heridas, un 21 de septiembre de 1998, nació el que hoy puede ser considerado su libertador deportivo más ilustre, un chico que solo necesito conectar su destino a una bicicleta para hacer de su pequeña patria un lugar inmenso en el mundo.

Todo es nuevo en la vida de Pogacar. No hay historia en sus raíces. No hay ciclismo de antaño en su tierra de origen. No hay inspiración de ídolos conquistadores en otros tiempos. Todo lleva su sello. Es él la inspiración que acaba de romper la historia en una corta, intensa y sentida batalla contra su coterráneo Primoz Roglic. A diferencia de otras naciones que buscan un sucesor en las nuevas generaciones, Eslovenia puede decir que su historia se conjuga en el molde de un ciclista de apenas 21 años, que para escribirla necesito un elemento místico asociado a grandes gestas: Colnago, una marca con más historia que el joven país que ahora es su nicho más preciado.

Ernesto Colnago es un mito que a sus 87 años ha podido presenciar toda clase de hazañas a bordo de la máquina que lleva su ilustre apellido. Una de las más recordadas sucedió el 25 de octubre de 1972, cuando El Caníbal Eddy Merckx impuso el récord de la hora en el velódromo de Ciudad de México, usando un modelo Colnago con ruedas de 28 radios, potencia de titanio y tubería de acero que en la báscula marcaba 5,5 kilos. 48 años después, con la tecnología rebosante del milenio y con la nostalgia que dejaba a su paso el relato de las ya conocidas historias de Merckx, emergió la figura esbelta de Tadej Pogacar, tan inédito, como el título que Colnago acaba de lograr en el Tour.

A bordo de la sofisticada K_ONE para especialistas al cronómetro, y con un remate de escalador a la vieja usanza en la Planche Des Belles Files montado en la V3RS, el esloveno le entregó el galardón que tanto había soñado el reputado Ernesto en su amplia y trajinada trayectoria. Tuvieron que pasar 67 años para tocar la cúspide de la carrera más importante del mundo ‘Le tour’. A Pogacar le bastó una breve transición de dos años desde su título en el Tour de L’Avenir para inscribir su nombre en la historia. El legado de una marca mezclado con la juventud arrolladora del nuevo ciclismo. Colnago y Pogacar son los nuevos monarcas del Tour de Francia.

El tesoro de Abu Dhabi.

La evolución del ciclismo y la nueva era de campeones han acelerado de manera exponencial la necesidad de tener más y mejores elementos para la alta competencia. El surgimiento de fenómenos prematuros y su capacidad para vencer sin límites en los más grandes escenarios, también ha abierto una nueva forma de concebir la competencia entre las marcas que luchan día a día por brillar y ofrecer lo mejor para sus figuras más representativas.

Un histórico como Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, sintetizó lo que hoy en día significa la ardua disputa de un título, que no solo involucra al ciclista en primera persona, sino a la máquina que hace posible que sus esfuerzos entren en la historia: “Por cierto… Colnago le gana el Tour a Bianchi en el que el gran favorito era Pinarello”, expresó el catalán, podio en la edición de 2013 representando los colores de la extinta Katusha.

Bien hubiese podido referirse al triunfo de Pogacar sobre Roglic, en un Tour que tenía como primer favorito a Egan. Pero no. ‘Purito’, conocedor como pocos del ambiente ciclista honró un detalle de altura, pues Colnago, una marca fidelizada por gestas históricas – Eddy Merckx (récord de la hora en 1972), Giuseppe Saronni (campeón del mundo en 1982), Tony Rominger (Campeón de la Vuelta a España y récord de la hora en 1994) y Abraham Olano (ganador del mundial de Duitama en 1995 con el reflejo de su rueda pinchada) – acababa de asestar un varapalo que será recordado por siempre en la meca del ciclismo mundial: exhibiendo los modelos K-ONE (CRI) y V3RS (carreras), el esloveno Tadej Pogacar cerró el ciclo exitoso de la marca conquistando por primera vez un Tour de Francia.

El llanto desconsolado de Mauro Gianetti (CEO) y Matxin (manager) una vez se conoció el resultado oficial en La Planche des Belles Filles, junto a los gritos eufóricos de todo el staff del UAE Team Emirates, simbolizaron el punto de inflexión más alto del vínculo de dos naciones dispares en historia y tradición ciclística, pero ecuánimes en el deseo y el entusiasmo de hacer de este nuevo ciclismo algo más que una competencia entre buenos ciclistas. Abu Dhabi es hoy un tesoro que brilla sobre su sedosa arena y es propietaria de Colnago la marca de lujo más importante en el mundo del ciclismo que hoy consagra y consolida dos culturas que se unieron para llevar una nación ante el mundo y el deporte pedal al más alto pedestal, juntas mostrando que el trabajo dedicado y sin descanso de sus creadores los distinguirán en todo el planeta como los nuevo monarcas del ciclismo mundial.

Ya no hay cuentas pendientes con la historia. Y el Tour, el anhelo que llegó a sus 87 años de vida, fue un triunfo vintage: bicicleta con freno convencional y grupo Campagnolo, un culto a la tradición llevado al punto máximo por el mejor escalador de la carrera. Paradójico en un mundo cada vez más tecnificado y propenso al detalle computarizado. Poético desde la perspectiva de lo que significa Colnago para la historia del ciclismo y sus carreras más importantes.

La conquista del Tour entrará en Olimpo con la bicicleta ‘jaune’ que cuenta con una gama variada de modelos inmortalizados por ciclistas de alto talante. Tadej Pogacar, debutante, el más joven ganador del Tour desde Henri Cornet en 1904, será el ilustre que llevará por siempre el sello de haber sido el primer ciclista que ganó un Tour de Francia, montado en una Colnago.

Foto: Bettini – UAE

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