Compartir
El 16 de febrero de 2020, en medio de la marea que aupaba a los grandes embajadores del ciclismo colombiano en El Verjón, durante el desenlace del Tour Colombia, Miguel Flórez luchaba escapado junto a Robinson Chalapud por acabar con la hegemonía de los equipos World Tour. Muy cerca estuvo de lograrlo (como en aquella tarde memorable en Alto de Colorado en la Vuelta a San Juan) hasta que fue cazado sin contemplaciones por Daniel Martínez y Sergio Higuita. La victoria se le fue, pero su nivel competitivo daba indicios de un salto de calidad notable.
Miguel vivía un idilio en su etapa profesional con Androni Giocattoli, pero un mes después, cuando el mundo se detuvo por la pandemia, una nueva historia de su vida deportiva estaba por empezar. Poca competencia. Destino incierto. Mucha incertidumbre. El terreno ganado después de sus exhibiciones a comienzos de 2020 se esfumó con las cuarentenas, posteriores complicaciones de salud y una fractura de fémur que lo dejó ocho meses sin competencia.
“Soy consciente que los últimos no han sido mis mejores años, pero no puedo culparme solo a mí cuando he tenido problemas que me han limitado. Después de seis años como profesional y tantas experiencias enriquecedoras volver a un equipo ítalo-colombiano me llena de alegría, motivación y más en un grupo donde vamos a estar tantos colombianos”, le cuenta Miguel a ADN Cycling en su primer contacto una vez rubricó su vinculación como integrante del nuevo proyecto denominado GW Shimano – Sidermec.
“Androni fue la plataforma para consolidarme, me dieron todas las oportunidades para figurar y pude tener varios resultados. Me dieron la libertad y lo pude demostrar. Con Arkea hice el aporte para que mis compañeros buscaran sus objetivos. Ahora, sentir que tengo la confianza del GW Shimano – Sidermec, es de responsabilidad y de asumir el rol para devolver la confianza que me han dado”, indica el boyacense de 26 años, surgido en la cantera del equipo de la Lotería de Boyacá.
El final de su ciclo con Arkea estuvo marcado por la participación en clásicas belgas, donde tuvo la posibilidad de volver a sentir al adrenalina del pelotón y experimentar que su cuerpo respondía a los esfuerzos de una carrera de alto nivel. La última fue la Omloop Van het Houtland Middelkerke-Lichtervelde el pasado 21 de septiembre.
“Quiero volver a ser un corredor con oportunidades, tal vez eso que perdí en el Arkea, de volver a figurar en los Top-10 y ser un ejemplo para los más jóvenes”, asegura Flórez, que estrenará su nueva indumentaria en el Campeonato Nacional de ruta y luego viajará a Europa para liderar al equipo en su primera gira. “Me siento muy joven, con ganas de correr y dar espectáculo”, afirma el boyacense que no solo será un refuerzo, sino que fue designado como jefe de filas por el director Luis Alfonso Cely.
“El ciclismo es un conjunto de cosas que se deben alinear para obtener resultados. Es un trabajo, nuestra pasión y con un grupo tan joven como el que tenemos es importante la confianza, hacerlos sentir capaces. Siento que tengo mucho por dar”.
Fotos: cortesía de Miguel Flórez