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Hacer la transición de juvenil a profesional es uno de los aspectos de moda que hoy enmarcan la precocidad del ciclismo mundial. Los procesos se saltan y la vieja escuela, la de seguir una ruta por categorías es un valor casi extinto. Todos buscan a la nueva joya, al ciclista que rompa los parámetros establecidos. A la primera que un talento de muestras de superioridad, el panorama cambia y las expectativas crecen sin límite. Egan dio el primer aviso antes de las irrupciones de Pogacar y Remco. Ganó el Tour de Francia con 22 años solo dos años después de haberse consagrado con la selección en el Tour de L’Avenir. Todo a alta velocidad. Del MTB juvenil a la ruta élite. Sin escalas, sin procesos de regla.
Giani Savio siguió en la búsqueda de ese nuevo prospecto. Y apuntó con esperanza a Abner Santiago Umba, un ciclista de corte clasicómano, rápido, potente y con capacidad para aguantar la alta montaña que deslumbró por sus exhibiciones variadas en las carreras del ciclo formativo en Colombia, bajo la divisa del equipo Arcabuco Ingeniería de Vías, la cantera que forjó su talento y con la cual cumplió presentaciones de calidad y mucho valor, incluso, en carreras de España.
Santiago, al igual que Egan no hizo escala en la categoría sub-23. Empezó su carrera profesional debutando en la Vuelta al Táchira, donde entregó destellos de su gran clase ganando la clasificación de los jóvenes y ocupando un lugar en el Top-5 – cuarto con solo 18 años -. Todo un preludio de lo que vendría después con victorias resonantes en la Planche des Belles Files, en la sexta etapa del Tour de Saboya. Pero su ciclo precoz y sin escalas sufrió una interrupción para la cual aún no estaba preparado. Se fracturó el antebrazo en su debut con la selección en el Tour de L’Avenir y meses más tarde, cuando ya sus huesos se habían soldado, un choque violento de su rodilla contra el manubrio en el desarrollo del Challenge de Mallorca, lo frenó por completo.
Luchó toda la temporada a contramano pero con deseo y mentalidad de que todo pasaría y volvería a ser el joven promisorio de sus primeras actuaciones. Volvió en la Adriática Iónica después de nueve meses sin acción y contribuyó con su trabajo a la disputa del título de Natnael Testfatsion. Sin embargo, el largo periodo de inactividad le jugó en contra a la hora de buscar un nuevo destino cuando su equipo se vio amenazado por una crisis de patrocinio. De nada valieron su juventud y sus actuaciones del primer año. No hubo negociación posible y Santiago tuvo que permanecer en el que ahora será GW Shimano Sidermec, donde espera tener una redención.
“Contento por esta oportunidad que vamos a tener el próximo año, se puede pensar que bajé de categoría o que di un paso atrás pero no es así, creo que corriendo un poco más en Colombia lo voy a disfrutar y me va a sentar muy bien para seguir creciendo”, le dice Umba a ADN Cycling, mientras prepara con dedicación el que será su primer gran objetivo de la temporada: el Campeonato Nacional de ruta.
“Algo que me gusta es que vamos a tener una combinación de carreras en Colombia y Europa. En este momento ya me estoy preparando para lo que viene, estoy muy bien y motivado. El equipo va a estar muy bien organizado, un aspecto muy importante para obtener buenos resultados”, dice el ciclista de 20 años, nacido en Arcabuco, uno de los talentos de mayor proyección que ejercerá como una especie de líder en un equipo joven, renovado y con filosofía de recuperar el protagonismo en el exterior.
“Algo muy importante para mí es que voy a poder correr más carreras que pertenecen a mi edad y categoría para poder preparar objetivos importantes como Giro Sub-23, Tour de L’Avenir y Campeonato Mundial”, afirma Umba, una de las cartas principales de la alianza deportiva colombo-italiana.