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El éxito de un ciclista no solo depende del resultado y el sueño cumplido. La vida que lo rodea, la gestión de las situaciones e incluso el manejo emocional son factores muy influyentes e importantes para mantener un equilibrio necesario en todos los órdenes. Lo experimentó en carne propia Daniel Arroyave Cañas, la promesa que llegó a la máxima categoría de la mano del EF Education First (hoy Easy Post), cumplió el sueño de conformar una gran estructura, correr y compartir con los mejores, pero luego, producto de los vaivenes que siempre circundan la vida del deportista, que no deja de ser un ser humano, entró un bache depresivo del cuál apenas está saliendo.
No encontraba respuestas a sus infortunios, a los fallos y duras experiencias del ciclismo de alto rendimiento, ni tampoco a las desgracias que se atraviesan en el camino cuando los propósitos pasan por el brillo en lo que desempeñas. Aquel accidente provocado por la imprudencia de un vehículo lo detuvo abruptamente y desde ahí nada volvió a ser igual. “Pensé que me había muerto, entré en un trance. Quise ser fuerte y sobreponerme rápidamente y eso más adelante creo que me pasó factura. Me fue más difícil recuperarme mental que físicamente”, confesó en diálogo con ADN Cycling después de un largo periodo de alejarse de todos y de todo.
Nada salía. Las carreras en las que siempre soñó estar le dieron un duro golpe de realidad. Luego vino la serie de lesiones y en julio, en medio de su compleja situación, recibió de boca de su mánager Giuseppe Acquadro la noticia de que su vinculación con el EF terminaría. “No seguirás en EF, (Jhonatan) Vaughters me dijo desde abril. Yo quedé en shock ¿por qué no me lo dijeron a mí?”, fue su reacción y el golpe seco a su moral. La depresión le estaba ganando la partida, pero encontró refugio en la experiencia y el sabio consejo de Esteban Chaves, que de salir adelante de situaciones adversas tiene conocimiento como pocos.
“Me alejé de algunos amigos, de mi familia y eso me abrió los ojos. Este último año ha sido difícil pero estamos trabajando y volviendo. Estamos cambiando la mentalidad con personas que me han ayudado mucho. Cuando estás en la gloria todos te quieren, pero cuando pasa algo hay más ciclistas, es así, es la triste realidad”, asegura el joven de 22 años que en su etapa formativa deslumbró ganando una Vuelta del Porvenir en 2018 y el título nacional de ruta Sub-23 en 2020.
“Tuve angelitos como Chaves, hice la recuperación con su fisio Santiago Alzate. Nos sentamos a hablar, escuchaba lo que yo sentía y desde ahí empecé a recuperarme. Ahora es momento de encontrar la luz y salir de este hueco. Lo único que está en mis manos es trabajar, no volver a cometer errores y ser muy profesional”, afirma Daniel, que aún no ha firmado contrato para el 2023. Su deseo era continuar en Europa, pero no mira con malos ojos un regreso a Colombia.
“Hoy en día me siento feliz y agradecido, me estoy preparando para el próximo año. Me fui sin odios ni rencores del EF, agradecido por la oportunidad y porque allá pude conocer a muchas personas. Todavía no sé donde voy a estar, pero ya iré encontrando el camino”, dice.
“Si corro en Colombia estoy seguro que volveré a Europa, no es un retroceso, me ayudaría a recuperar la confianza para volver a ser un campeón. Quiero volver a sentirme como era antes, un corredor ambicioso y que le ayude al equipo donde vaya a estar, y ser un campeón. Sé lo que tengo y sé lo que valgo”.