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Santiago Umba cerró un fantástico debut en el ciclismo profesional: campeón de los jóvenes y cuarto en la general de la Vuelta al Táchira, con apenas 18 años, auguran un tránsito más que promisorio en la élite, que en Venezuela ha descubierto a un talento de repertorio variado, capaz de entrar en los sprints, como también de disputar las jornadas de media y alta montaña como sucedió en el desenlace de una carrera siempre exigente y de buen presagio para el ciclismo colombiano.
Umba entró en la historia de la ronda venezolana superando a su coterráneo Iván Ramiro Sosa, quien en 2017 se había convertido en el primer colombiano en ganar la camiseta de los jóvenes, pero que en la general terminó séptimo a 3:48 minutos del venezolano Yonathan Salinas. El boyacense igualó su gesta en la sub-23, pero con la diferencia de ocupar un puesto en el Top-5, algo inédito para los ciclistas de nuestro territorio en la tradicional competencia.
“Finalizamos la Vuelta al Táchira con un circuito en San Cristóbal, y de verdad que están muy contentos (en el equipo) con el resultado. Es mi primera carrera profesional y estar al mismo nivel de Oscar Sevilla y Danny Osorio, estar disputando con ellos me llena de mucha motivación y mucha confianza para el resto de la temporada”, dijo Umba, nacido el 20 de noviembre de 2002.
“Quiero agradecerle a mi equipo Androni Sidermec y a mis compañeros que estuvieron muy pendientes de mí durante la carrera. Ahora vamos a prepararnos para el resto de las carreras que nos quedan. Empezaremos por el Campeonato Nacional en Pereira y esperemos poder estar ahí en la disputa”, confirmó Santiago, firmado por el equipo italiano al final de la temporada 2020, gracias a un contacto de Nairo Quintana con el mánager Giuseppe Acquadro, quien al ver el palmarés y la proyección del joven oriundo de Arcabuco no dudó en ubicarlo en la estructura de Gianni Savio.
En escena, las expectativas han ido más allá de lo esperado gracias a la magnífica presentación del corredor formado en la cantera del equipo Ingeniería de Vías Monsalud, bajo la batuta de Jair Bernal. Su cuarto puesto y el título de los jóvenes abren una brecha de esperanza para la constante renovación del ciclismo nacional entre los mejores del mundo.